La calcificación de la rodilla es una condición en la que se forman depósitos de calcio en los tejidos blandos de la articulación de la rodilla. Puede ocurrir en cualquier edad, pero es más común en personas mayores de 40 años. La calcificación de la rodilla puede ser causada por una lesión, un trauma repetido, la edad o una enfermedad degenerativa como la osteoartritis.
Síntomas de la calcificación de la rodilla
Los síntomas de la calcificación de la rodilla pueden variar de leves a graves, dependiendo de la cantidad de calcio que se haya acumulado y de la ubicación de los depósitos. Los síntomas comunes incluyen:
-Dolor en la rodilla, que puede ser constante o intermitente.
-Inflamación y rigidez en la articulación de la rodilla.
-Dificultad para doblar o estirar la rodilla.
-Tronido o chasquido al mover la rodilla.
-Trastornos del sueño debido al dolor.
Causas
Los motivos que suelen ser más frecuentes por los que suele aparecer la calcificación de la rodilla son los siguientes:
Mala alimentación
Comer de manera muy frecuente determinados alimentos puede causar que se acumulen cristales de calcio. Estos se acumulan sobre los tejidos de la musculatura o tendinosos; siendo el organismo incapaz de metabolizarlo de una manera correcta.
Traumatismos y sobrecargas
Cuando una lesión se repite de manera constante el cuerpo puede tomar la medida de sustituir los tejidos dañados por otros más resistentes. El problema llega cuando en esta regeneración natural los cristales de calcio que se depositan cusan tendinitis.
Componente genético
Existen ciertas personas que por su carga genética tiene una mayor predisposición a padecer una calcificación. En ocasiones resulta más complicado de tratar.
Un menor riego sanguíneo asociado a la edad
Cuanto más mayores se hacen las personas peor va siendo su circulación; lo que produce que los tejidos reciban una menor cantidad de oxígeno de lo que necesitan.
Tratamiento para la calcificación de la rodilla
El tratamiento de la calcificación de la rodilla dependerá de la gravedad de la condición. En los casos leves, el tratamiento conservador puede ser suficiente para aliviar los síntomas. Esto puede incluir reposo, hielo, compresión y elevación, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, y medicamentos para el dolor y la inflamación.
En casos más graves, puede ser necesario realizar una inyección de cortisona en la rodilla para reducir la inflamación. Si la calcificación de la rodilla es causada por una lesión o trauma repetido, es posible que se requiera una cirugía para extirpar los depósitos de calcio.
La fisioterapia, más concretamente la osteopatía, puede ser un componente importante del tratamiento de la calcificación de la rodilla. Un fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios específico para ayudar a mejorar la fuerza y la flexibilidad de los músculos de la pierna y la rodilla. Esto puede incluir ejercicios de estiramiento, fortalecimiento y equilibrio, así como técnicas de movilización de tejidos blandos para ayudar a reducir la inflamación y mejorar la circulación sanguínea.
Además, un fisioterapeuta puede enseñar al paciente cómo usar dispositivos de ayuda, como una rodillera o un soporte de talón, para reducir el estrés en la articulación de la rodilla. También pueden proporcionar asesoramiento sobre cambios en el estilo de vida para ayudar a reducir el riesgo de futuras lesiones o daños en la rodilla, como perder peso o usar zapatos cómodos y adecuados para la actividad física.
Prevención de la calcificación de la rodilla
La prevención de la calcificación de la rodilla comienza con un estilo de vida saludable. Esto puede incluir comer una dieta equilibrada y saludable, mantener un peso corporal saludable, hacer ejercicio regularmente como pilates e hipopresivos y usar calzado adecuado para la actividad física.
Además, es importante tomar medidas para evitar lesiones o trauma en la rodilla. Esto puede incluir usar equipo de protección adecuado, como rodilleras al practicar deportes o actividades físicas de alto impacto. También es importante tomar descansos regulares y cambiar de posición con frecuencia si se trabaja en una posición que ejerce presión sobre las rodillas, como estar de pie por largos períodos de tiempo o realizar tareas que requieren arrodillarse.
Es importante que cualquier persona que experimente dolor o molestias en la rodilla busque atención médica inmediata. La calcificación de la rodilla puede progresar y empeorar si no se trata adecuadamente, lo que puede conducir a una limitación de la movilidad y un aumento del dolor y la inflamación.